Nota importante del 28 de diciembre: La siguiente entrada fue escrita en noviembre pasado, pero por fuerzas de causa mayor, apenas está siendo publicada. No había tenido la oportunidad de entregarla y si era publicada antes de eso, la sorpresa (o al menos el contenido ya que sí sabía que le había escrito una) sería arruinada.
En cierta forma, no me gusta del todo la palabra "tradición". Esto es debido a que siento que hoy en día, muchas de las cosas que hacemos por tradición es precisamente por eso, por una costumbre y ya no tanto por el gusto de hacerlo. Por ejemplo, es una tradición dar regalos en Navidad o en un cumpleaños, y eso puede provocar que sólo busquemos un regalo rápido para cumplir el "compromiso" y quedar bien, después de todo, es una tradición dar un regalo en esas fechas. Yo por ese motivo, me gusta dar regalos en cualquier día del año sin razón alguna, es decir, no necesito la excusa de un cumpleaños o festejo tipo Navidad o Día de Muertos para dar regalos, lo hago por el simple gusto de darlos y ya.
En cierta forma, no me gusta del todo la palabra "tradición". Esto es debido a que siento que hoy en día, muchas de las cosas que hacemos por tradición es precisamente por eso, por una costumbre y ya no tanto por el gusto de hacerlo. Por ejemplo, es una tradición dar regalos en Navidad o en un cumpleaños, y eso puede provocar que sólo busquemos un regalo rápido para cumplir el "compromiso" y quedar bien, después de todo, es una tradición dar un regalo en esas fechas. Yo por ese motivo, me gusta dar regalos en cualquier día del año sin razón alguna, es decir, no necesito la excusa de un cumpleaños o festejo tipo Navidad o Día de Muertos para dar regalos, lo hago por el simple gusto de darlos y ya.
Sin embargo, también la tradición tiene su lado bueno, por ejemplo ya es una tradición en mí la forma o estilos en que hago muchas de las cosas que presento en este espacio, o en este caso de la calaverita, sólo aplica escribirla y regalarla en estas fechas, hacerlo el resto del año no tendría mucho sentido por su significado. En ese sentido entonces sí, escribir una calaverita (o dos) se está convirtiendo para mí en una tradición cada año. - sé que suena tal vez un poco contrastante, pero al menos yo sí me entiendo -
Ya aclarado el asunto de la "tradición" - que ni era necesario y nadie preguntó pero pues... se me pegó la gana hacerlo - presento a continuación la calaverita que escribí para mi amiga Jess obviamente con motivos del pasado Día de Muertos. Y una vez más como los años anteriores - se puede ver la del 2010 aquí y la del 2011 por acá también - hago énfasis en que tiendo a hacerlas muy personales incluyendo chistes locales (lo que no permite que sean entendidas por todos) y que parte de mi "tradición" es que son calaveritas donde la Muerte, Flaca, Calaca o como gusten llamarle, nunca gana. En una calaverita normal, la Muerte siempre se lleva a la persona o algo por el estilo, en las mías nunca gana, la persona siempre la engaña a través de los mismos aspectos de su vida actual. Y es por eso que llevan una cierta continuidad al menos en el caso de Jess, si escribiera siempre para alguien más cada año, seguramente también llevarían esa continuidad.