Hace mucho tiempo, unos mil trescientos cuarenta y cinco días (1345) - días más, días menos - le regalé a Jess una figura del buen perro Zero, de la película The Nightmare Before Christmas (acá el post de la historia) del cual por cierto quiero resaltar el hecho que es de mis figuras favoritas.
Un día platicando, de alguna forma surgió el tema de Zero y que Jess quería guardarlo de alguna forma o hacerle algún tipo de estuche para preservarlo mejor y evitar cualquier accidente de paso. Por supuesto que le dije que igual y yo podría hacer algo pero ya el tema no trascendió y se quedó la idea en el aire por mucho tiempo.
El pasado Día de Muertos del 2012, mientras estaba haciendo sus respectivos regalos con la excusa del festejo, pues simplemente me sentí inspirado y recordé esa pequeña promesa pendiente - nota aclaratoria que nadie pidió: yo cuando hago alguna promesa siempre la cumplo, así me tarde un minuto o diez años, de que la cumplo la cumplo. Fin de la nota - así que simplemente tomé mis "herramientas" y me dispuse a hacer un hogar para el buen Zero.