Graffiti - Monte Fuji y Kaguya-Hime

Hace algún tiempo conocí una leyenda, la historia de Kaguya-Hime. Desde entonces decidí que quería hacer algo en honor a dicha historia. Para no variar, terminé haciendo un graffiti, pero estoy seguro que algún día haré algo más, al menos más laborioso.

El graffiti fue algo muy rápido, de inmediato sabía qué era lo que quería hacer, excepto por un par de detalles que al final ya no incluí. Me tardé cerca de media hora solamente y básicamente lo hice por el puro gusto.

富士山, Fujisan

Aquí se puede ver cómo lo hice en FB - click: aquíiiiiiiiiiii

-yo-

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Kaguya Hime - La Princesa de los Cielos o Señora de la Noche Eterna

Cuenta una antigua leyenda japonesa que había una vez un leñador muy pobre que vivía con su esposa. Un día fue a una plantación de bambú para recolectar brotes y se encontró con un árbol de bambú que tenía luz en su interior. Sentía una gran curiosidad sobre qué había adentro.

Cuidadosamente cortó el bambú y quedó asombrado al ver que en su interior había una pequeña y adorable. Debido a que el leñador y su esposa no tenían hijos, decidió llevarla a su casa para darle todo su amor y cuidado. Él y su esposa estaban convencidos que ese bebé era un regalo de los dioses y decidieron darle como nombre Kaguya-Hime (Princesa de la Luz Brillante). A partir de aquel día, cada vez que el anciano cortaba bambú, siempre encontraba oro en su interior y al poco tiempo se hicieron ricos y construyeron una gran casa.

Pasaron los años y esa bebé creció para convertirse en una joven muy hermosa y elegante. Un día, cinco príncipes llegaron a su casa para pedir su mano en matrimonio pero ella se negaba a casarse, así que decidió darles tareas muy difíciles para asegurarse que ninguno lograría casarse con ella. Dicha tarea era conseguir un regalo diferente, pero se trataban de regalos imposibles de obtener.

El primer príncipe debía llevarle el cáliz sagrado de Buda, el cual se encontraba en la India; el segundo príncipe tenía que encontrar una legendaria rama hecha de plata y oro; el tercero debía conseguir la legendaria túnica hecha con el pelo de la rata de fuego, la cual se dice está en China; el cuarto, una joya de colores que brillaba y se encontraba en el cuello de un dragón; finalmente, el último príncipe debía llevar una concha preciosa que nace de las golondrinas. La princesa pidió cosas que nadie sabía que existían y  todos quedaron muy desilusionados sabiendo que jamás lograrían casarse con ella.

Después de un tiempo, el primer príncipe regresó y traía con el cáliz de Buda, sin embargo, el príncipe no había ido a la India por dicho objeto sino que lo había tomado de un templo en Kioto. La princesa al ver el regalo, de inmediato supo que ese no era el indicado.

El segundo príncipe no sabía dónde conseguir la rama de playa y oro, pero gracias a que era muy rico, decidió no viajar en su búsqueda y simplemente ordenar a unos joyeros que se la fabricaran. La princesa al ver el regalo, quedó asombrada de su belleza y de verdad pensó que era la verdadera. No sabía qué iba a hacer para evitar casarse pero su salvación llegó cuando los joyeros se presentaron reclamando su pago, y así ella supo que no era lo que pidió.

El tercer príncipe le encargó a unos comerciantes que viajaban a China, que le llevaran la túnica de la rata de fuego. En su regreso, los comerciantes le entregaron una túnica muy vistosa asegurando que eso era lo que él buscaba. Al entregar su regalo a la princesa, ella reconoció que de verdad era algo muy fino, pero sólo podía asegurarse si era la verdadera arrojándola al fuego, ya que el pelo de la rata de fuego no arde. Por supuesto al arrojarla al fuego ésta se quemó de inmediato.

El cuarto príncipe era muy valiente y se fue en busca del dragón, sin embargo nadie sabía dónde vivía y pasó mucho tiempo en su búsqueda, hasta que quedó muy enfermo después de casi morir en una tormenta. Cansado y enfermo regresó a casa sin poder regresar con la princesa.

Finalmente el quinto hombre buscó en todos los nidos posibles y una vez pensó que había encontrado la concha, pero en su emoción por bajar se cayó y se lastimó.

De esa manera ningún pretendiente logró conseguir lo pedido y no podrían casarse con ella. Al mismo tiempo, el emperador había escuchado que Kaguya-Hime era muy bella y decidió cortejarla para hacerla su esposa, pero por supuesto la princesa lo rechazó diciéndole que era imposible pues ella no había nacido en éste planeta. No obstante, el emperador siguió insistiendo al no poder olvidarla.

Una noche de ese verano, la bella princesa se quedó mirando fijamente a la luna con lágrimas en sus ojos. Cada día que pasaba se ponía más triste y siempre que miraba la luna comenzaba a llorar. Sus padres estaban muy preocupados, así que un día antes de que fuera luna llena, ella mirando al cielo les explicó: "yo vengo de la luna, me enviaron a vivir aquí en la tierra de mi rey, pero ahora me han dicho que debo regresar a casa. Echaré de menos todo el mundo aquí en la tierra , y es por eso que estoy triste."

Su padres preocupados fueron con el emperador para contarle toda la historia. El emperador mandó a sus soldados a cuidar la casa de la princesa, esperando el día en que la gente de la luna fuera por ella. De pronto  una noche, todo se iluminó, y mensajeros de la luna bajaron del cielo vistiendo ropas muy brillantes. La luz cegó a los soldados y ellos no pudieron combatir, además extrañamente habían perdido el deseo de luchar.

La princesa no quería irse pero debía hacerlo y se despidió de sus padres. También se despidió del emperador a través de una carta. El emperador desolado, envió a su ejercito a la montaña más alta de todo Japón, el Monte Fuji. Su misión era quemar en la cima la carta con la esperanza que llegara hasta el cielo donde se encontraba Kaguya-Hime.

Pasaron los años y de pronto de la luna cayó la capa que las personas de la luna le habían dado a la princesa. Un monje llamado Miatsu pasaba por ahí y se enteró de la historia de la princesa, así que decidió ir con el emperador. El monje le contó que si una noche había luna llena, debían ir rápido al cráter en la cima del Monte Fuji y quemar la prenda. El emperador preguntó la razón y el monje le respondió que la princesa había recibido la carta que quemó años atrás y estaba muy molesta por no haberse podido quedar en el planeta, por lo que había decidido convertir a la tierra como la luna: un lugar sin espacio ni tiempo, sumido en la noche eterna para que ella pudiera regresar. Ante esto, el emperador le pidió al monje que sellará a Kaguya en un lugar del cual jamás pudiera salir. El monje Miatsu lo hizo así en un espejo del palacio (que fue conocido como espejo de la vida o de la luna) junto con los cinco objetos que la princesa había pedido a sus pretendientes, como llaves de abertura y cerradura del portal entre la luna y la tierra (el monje tenía los objetos); así de esta forma la humanidad estaría a salvo del poder de la princesa. La capa de Kaguya-Hime fue entregada a una familia reconocida y ancestral de la que se decía que sus miembros poseían poderes espirituales.

La princesa se enteró del engaño del emperador a través del susurro de un soldado que estaba encargado de cuidar el espejo. En su enojo, le pidió a una de las personas de la luna que hiciera que del Monte Fuji cayera fuego, lava, cenizas y gases venenosos que causaran la muerte de la región entera. La persona así lo hizo, y tomando la furia de la princesa como ingrediente principal, creó al volcán a partir de la montaña. El Monte Fuji no hizo erupción debido a que la rabia de la princesa no era suficiente, así que era necesario esperar hasta que el enojo de la princesa se acumulara y fuera suficiente para hacer estallar al volcán.

Desde entonces, todas las erupciones del Monte Fuji, que han sido muy pocas en la historia, han sido muy violentas, todo debido a la furia de Kaguya-Hime.

Kaguya-Hime
(esta obra no es mía pero me fascina)